Mudras: el poder en tus manos

Son posiciones o movimientos que generalmente se realiza con los dedos y las manos, que actúan en tres niveles, físico, mental y espiritual.

 

Los mudras empleados con sabiduría pueden proporcionarnos muchos cambios y mejoras tales como:
- Ayudan a generar energía en nuestro cuerpo, aumenta la vitalidad.
- Facilitan el descanso y alivian dolores.
- Equilibrio: físico, mental y moral.
- Obtener estados diferentes de consciencia.
- Ayuda en el crecimiento personal de cada uno.


La palabra mudra proviene del sánscrito y significa “señal o llave”, el término mud significa gozo y ra significa producir, con lo que podríamos entenderlo como “la llave que produce gozo”.


Su origen data desde hace muchos siglos, es una sabiduría utilizada por todas las religiones, todas en mayor o menor medida utilizan gestos con las manos

 

En cada dedo de nuestra mano existen ciertos puntos que se conectan con la red energética de nuestro cuerpo. Las posiciones construidas con los mudras activan esos puntos ayudándonos a eliminar los bloqueos de energía en las zonas inarmónicas.

 

Los mudras son gestos sagrados que realizamos generalmente con las manos y que nos ayudan a canalizar la energía de manera que podamos alcanzar distintos estados de conciencia.

 

Aunque encontramos que muchas culturas y tradiciones han usado los mudras a lo largo de la historia, su origen es en realidad un misterio; los podemos encontrar representados en esculturas y pinturas hindúes, budistas, cristianas y en diversas culturas antiguas.

¿Cómo actuan los mudras?


Para entender cómo actúa sobre nosotros los mudras, debemos de saber que en los dedos comienzan algunos meridianos de acupuntura (nadis en la cultura de la India) y al unir ciertos dedos se forman circuitos electromagnéticos en nuestro cerebro.


Realizando el mudra conseguiremos liberar la energía bloqueada en el cuerpo, por los canales de energía y los chakras.

 

Todos los mudras tienen un beneficio, un movimiento de energía, lo único que debemos de preocuparnos es de realizarlos con intención y de una manera continuada, para notar sus efectos. Lo más aconsejable es practicar entre 5-20 minutos al día cada mudra, por eso es conveniente no realizar practica con más de tres mudras a la vez.


Especialmente en los momentos de meditación debemos de realizar el mudra elegido, porque en este estado, nuestro cuerpo está más preparado para equilibrar la energía, (estado ondas Alfa).


Para la realización de cualquier mudra, debemos de realizar una presión muy suave, y si en algún momento sentimos dolor o incomodidad deshacer la postura. Se pueden realizar de pie, sentados o tumbados.

La Práctica

En nuestra mano, los principales canales de energía son los cuatro dedos y el quinto que cierra en circuito es el pulgar. A continuación un breve resumen sobre cada uno de los cuatro canales:


Dedo índice: ondas Alfa. Estado meditativo. “vigilancia relajada” desprovista de actividad sensorial intensa.
Dedo corazón: ondas Beta. Estado de alerta y concentración. Resolución problemas.
Dedo anular: ondas Delta. Sueño profundo. Actividad cardíaca y respiratoria al mínimo.
Dedo meñique: ondas Eta: Estado similar a Alfa. Salud, creatividad y paz profunda.

 

Como dijimos al comenzar, los mudras empleados con sabiduría pueden proporcionarnos muchos cambios y mejoras tales como:
- Ayudan a generar energía en nuestro cuerpo, aumenta la vitalidad.
- Facilitan el descanso y alivian dolores.
- Equilibrio: físico, mental y moral.
- Obtener estados diferentes de consciencia.
- Ayuda en el crecimiento personal de cada uno.

Mudra Atmanjali. También llamado mudra de la oración o del amor. Es el más espontáneo y más universal de todos los mudras. Equilibra y regenera la energía corporal, calma la mente y clarifica el pensamiento. Favorece también la comunicación con formas superiores de energía (o con la Divinidad, según se prefiera). También se usa en señal de agradecimiento.


Mudra Chin. Es el mudra básico de la meditación. Favorece el flujo de la energía corporal, despierta la mente y la inteligencia.


Mudra Dhyani. Es el mudra budista por excelencia.  Su forma se asemeja a un cuenco vacío que contiene al Universo entero. Es muy cómodo de realizar. Elimina el estrés, limpia las emociones, y propicia la humildad de espíritu y la paz interior.


Mudra Prithivi. Es el mudra de la Madre Tierra. Favorece la conexión con las fuerzas terrenales y la autoconfianza, trae salud y atrae la prosperidad material.

En la iconografía cristiana también podemos encontrar imágenes de mudras ejecutados por las manos de Cristo, María u otros santos. Son de origen bizantino, y, posiblemente, se deben a una influencia oriental llegada desde antiguas comunidades cristianas radicadas en La India, como la Iglesia Ortodoxa de Malankara, emparentada con la Iglesia Ortodoxa Siria. También podrían ser influencia del cristianismo esotérico.

Escribir comentario

Comentarios: 0

NUESTROS BLOGS

UDDIYANA BANDHA vs

 

HIPOPRESIVOS

 

MUDRAS

 

CUENCOS

 

YOGA Y PRIMAVERA

 

RESPIRAR Y MEDITAR

 

BENEFICIOS DEL YOGA

 

 

 

 

 

CONTACTO

 

Teléfono: 692 850 083

 

Email: magatzem.yoga@gmail.com

Web: www.espaimagatzem.com

 

 

Porque harías yoga?

Básicamente porque mejorarás tu vida, mejorarás tu cuerpo y te conocerás cada vez mejor.

Tu bienestar se incrementará de manera que ni te imaginas.

Sólo pruébalo.

No te arrepentirás.

Tu faja ¿es faja?

El core es una parte clave de nuestro cuerpo. Este conjunto de músculos resulta fundamental para aportar estabilidad, controlar nuestra postura y evitar, entre otras cosas, dolores de espalda y posibles lesiones.

 

Suelo pélvico femenino

Los trastornos del suelo pélvico femenino implican un descenso (prolapso) de órganos: La vejiga, la uretra, el útero, el intestino delgado, el recto o la vagina, causado por debilidad o lesión de los ligamentos, de tejido conjunivo y de los músculos de la pelvis.

El suelo pélico es una red de músculos, ligamentos y tejidos que actúan como una hamaca para ofrecer soporte a los órganos pélvicos.

Si el trastorno es grave los órganos pueden sobresalir del todo por la abertura de la vagina al exterior del cuerpo.